s u b l i m a d a

I
tu historia es la historia de una mujer que no te ama
estuvo ahí, sentada en tu espacio vacío
ha crecido ahí: ha evolucionado
y se fue, sola; flota sobre el suelo, es una belleza-
mientras te partiste la cabeza contra la pared y un hilo de sangre corrió
por tu frente
tu historia es la historia de una mujer que no te ama
su historia
es la historia de una mujer.

II
yo también amé
yo también amé a las mujeres que supieron escribir poesía
crearon- tu sonido dentro de mi mente-
quiero tu suspiro sensible- quiero pocas cosas
y por pocas cosas quiero decir que necesito todo lo que amo
amé a todas las mujeres que supieron escribir poesía
menos a una.

III
yo también amé
yo también amé a los hombres que supieron escribir poesía
mi delirio son- manos fuertes que se ocupan del trabajo de la casa-
a veces quisiera ser una muchachita triste     una esposa
quiero pocas cosas: un té de limón a la mañana
tener plata y no trabajar nada; sentirme que vivo;
amar solo a los hombres que supieron escribir poesía
no a los que destruyeron la poesía.

IV
es la historia de todos- esta historia del rechazo
yo estaba sentada en mi cama abrazando un oso de peluche
y también estuve en plena oscuridad temblando de miedo
¿qué es un hombre? un hombre es
un hombre
cuando forma su familia y la abandona
cuando viola
cuando juega al fútbol
el hombre es un hombre con la pija dura
un impotente no es un hombre (le grita mamá-a papá)

un hombre no es hombre cuando escribe poesía/una mujer es no es mujer cuando escribe poesía

son- recreación de lo no dicho
performatividad en lo pasivo
todo lo muerto floreciendo en el verano
tres duraznos en un plato, lo ya florecido del verano
son los ángeles del mundo que se cogen las estrellas
a los que masacró el capital
y que lloran en la cama el asesinato       de su deseo

el poeta solo es humano/cuando escribe poesía/cuando se encuentra asesinado
 
V
yo he sublimado ya muerta de una vez
yo me hundí en mis rodillas y serví
ya reorganicé
represivamente
mis sentidos
y mientras el sol baña mi cara al entrar por la ventana
y mientras tus ojos oscuros se contraen por la rara sonrisa
en la otra punta de la habitación
yo miro el techo y
“ya no soy capaz de sentir nada”

si algo habito son los vértices
he sido margen; he sido centro
no amé demasiado y ciertamente no perdí nada- igual escribo

VII
el misterio de la creación y la languidez de la rutina
sublimadas por completo

tu historia no es la historia de los hechos: es la historia de tu deseo
ya nadie te ama/ya todos te dejaron/todos se alivian cuando te vas
mi historia es la historia de la que sangra
por eso escribo.

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