la carta que escribí para dejarte
mamá:
te acordás de aquella vez
cuando tenía cinco años
que me internaron en un hospital de tres arroyos
te acordás de aquella vez
cuando tenía cinco años
que me internaron en un hospital de tres arroyos
me había deshidratado por completo y no podía caminar
me llevaron en el auto de Juan
Juan me regaló su zapallito de peluche
con hilos que eran piernas
colgado en una ventana del Renault con una sopapita
porque hasta con el cuerpo vencido
siempre quise todo lo que veía y más
a mitad de la noche te pregunté
si iba a conocer a jesucristo
y lo imaginé como en ese cuadro que todavía cuelga en casa
cambiando de forma, preparado para abrazarme
en un petrificado halo luminoso
pensé que
había estado un mes ahí adentro
pero solo fueron dos largos días
con una tele de tres canales
y un diván
pero solo fueron dos largos días
con una tele de tres canales
y un diván
mamá, antes
de salir
tirada en el piso del baño
delirando de fiebre
con la frente apoyada en los azulejos
fríos
te dije que estaba ciega
y me preguntaste de qué color era tu vestido
tirada en el piso del baño
delirando de fiebre
con la frente apoyada en los azulejos
fríos
te dije que estaba ciega
y me preguntaste de qué color era tu vestido
era ese vestido largo y amarillo
con una hilera de botones blancos
el de la foto
en la que estamos bailando
pies sobre pies, bajo el limonero
lo veía todo pero dije “amarillo
lo veo a través de un puntito
el resto te juro que es negro
estoy ciega”
lloraste
creo que quería verte llorar
lloraste
creo que me desesperaba un poco por tu atención
lloraste
siempre fui un poco sádica y mental
como cuando me sacaba los zapatos, los tiraba al techo
y te preguntaba si querías que me vaya para siempre del mundo
o cuando me cortaba el cuello con el dedo en señal de amenaza
si cualquiera se acercaba a vos
creo que quería verte llorar
lloraste
creo que me desesperaba un poco por tu atención
lloraste
siempre fui un poco sádica y mental
como cuando me sacaba los zapatos, los tiraba al techo
y te preguntaba si querías que me vaya para siempre del mundo
o cuando me cortaba el cuello con el dedo en señal de amenaza
si cualquiera se acercaba a vos
adorable redondel almidonado con dos
trenzas
haciendo burbujas con detergente en el patio
disfrutando la muerte de las hormigas
disfrutando ver cómo la vida se escapaba de las plantas
haciendo burbujas con detergente en el patio
disfrutando la muerte de las hormigas
disfrutando ver cómo la vida se escapaba de las plantas
lloraste
me dijiste una vez que habías criado un monstruo
y lloraste
por esa, mi primera mentira
y por no poder quererte nunca a pesar del daño que me hiciste
te pido perdón
me dijiste una vez que habías criado un monstruo
y lloraste
por esa, mi primera mentira
y por no poder quererte nunca a pesar del daño que me hiciste
te pido perdón
pero no te perdono por nada
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