los cuentos completos de raymond carver


I
nunca tuve tanto miedo de que me robaran la mochila
como el día que llevaba las fotos que vos me regalaste
adentro del libro que me dio Elvira Hernández
con el que una vez dormí abrazada para que no se me escape del recuerdo

diagramé un mapa
con tus analógicas
que puse debajo del vidrio de mi mesita de luz
para mirar siempre cuando me despierto

me gusta la de la orca
doble exposición
con luces de colores

pero la de tu ex novia desnuda la guardé
adentro de un sobre
en el fondo de un cajón
para no cruzármela nunca

me pareció de mal gusto de tu parte
si yo estuviera bien
si pudiera pararme sobre mis piernas
si me acariciara con ternura las rodillas
haría que me quieras bien
no te dejaría pasar esa tibieza

no me decido a decir
si esto es hermoso
o si es completamente tóxico
probablemente leer esto te haga manijear
intensifai
pensando qué de todas las cosas que hiciste podrían ser tóxicas
puede ser que te genere un mini ataque de ansiedad
como cuando entramos a un lugar y está lleno de gente y nos miramos
nos sudan las manos
y nos vamos a comprar un chocolate a la esso
probablemente también te daría soriasis

me gustan esos baches sin pelo de tu cabeza
me encuentro a gusto con las cosas incompletas
nunca me gustó nadie canchero skere tubular

así que agarré tus fotos
y guardé un par en libros que me gusta hojear
para encontrarte espontáneamente
en mañanas de domingo
y evocar esos momentos
en los que estaba convencida de que no te ibas a mudar

II
tengo una confesión para hacerte
no me gustan los gatitos bebé simplemente no me parecen tiernos BASTA
tienen cara de tarados y pelo-pelusa
no tienen el porte magnífico de un gato adulto
rey absoluto del hogar
escalando las estanterías gobernando las alacenas
¿qué hace un gato bebé? nada
caerse del sillón

sospecho que a vos tampoco te gustan los gatitos bebé
preferís otras alimañas
un día adoptamos un perro
y le pusimos patitas de algodón
nos dejó atrás en alem y perú porque encontró donde dormir tranquilo
nos siguió otro y le pusimos chop
que nos dejó atrás en alem y córdoba porque encontró donde dormir tranquilo
y si nos hubiéramos quedado mirando a venus brillando a las dos de la mañana
sentados en las escaleras de la uns
me hubiera construido una casita para vivir
entre tu hombro y tu cuello
entre tu cuello y tu hombro
y después mudarme de ciudad para probar
como no necesito a nadie para sentirme completa
que yo también puedo dejar todo atrás

pero yo no quiero olvidarme
de todos los pibes que quise
todos esos fragmentos
sujetos inciertos
bartheses de la cotidianeidad
ellos son las rocas
más hermosas
y curtidas
hundidas en el fondo de los ríos más fríos
del mundo animal

quiero guardarte entre
¿quieres hacer el favor de callarte por favor?
y si me necesitas, llámame
para recordarme
que cuando creí que mi cuerpo se había roto para siempre
alguien se acercó
a su forma tranquila
y yo sentí como si me quisieran de nuevo
y quise más
más
y más

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