el calamar

sabías que esos sellos amarillos en las calles
que tienen dos pinos
y dicen “el calamar”
son de una cooperativa editorial?

si, vos si probablemente lo sepas
señoro de la poesía
probablemente editado
por la cooperativa editora el calamar
pero cuando nos mudamos a bahía blanca
en el año 2003
con papá pensamos que era el logo de un boliche

como había tantos
jugábamos
a ver quién encontraba más sellos
cuando salíamos juntos a caminar

lo cierto es que papá
nunca supo jugar bien
con él siempre la tuve difícil

papá que exprimía mandarinas
para salpicarme de jugo en los ojos
y hacerme llorar

papá cuando me filmaba comiendo en la mesa
y decía que producía
la peli del monstruo del lago ness

papá cuando le di una fibra para que dibuje
un corazón en mi mano
y escribió “cementerio de panchos” en toda mi panza

papá cuando esperaba que abriéramos el conejo de pascua
para triturarlo de un solo golpe con la mano
y reírse hasta llorar

papá cuando le pegué una piña
y dijo “siempre quise un nene para jugar”
y me la devolvió en la cara

papá cuando me enseñó a nadar en una pileta
de un hotel de carhué
tirándome de un empujón en lo hondo

papá cuando te veía sin hacer pie
tragando litros y litros de agua de mar
e impasible te decía “vos podés”

papá y el “qué panza nena?”
después de agarrarte una gastroenteritis
por tragar demasiada agua de mar

papá cuando se ponía en la compu
a la hora que me tocaba jugar a mí
y me desinstalaba los sims

papá culpable comprándome todos
los jueguitos que quería
papá sin trabajo diciendo “ya no compro más jueguitos”

papá cuando tenía insomnio
y te miraba fijo mientras dormías

papá cuando le tuvo terror
a las arañas

papá cuando le tuvo terror
al pollo crudo

papá trayendo los muñequitos con nieve
de la coca cola polar company

papá mirándome desde la puerta
con un bolso de cuero marrón
sin decir chau

mis amigos cuando les cuento que papá
jugaba a perseguirme para pisarme con el auto
sus caras de horror

papá, que nunca supo jugar bien
excepto
cuando salíamos a cazar los logos de “el calamar”

nunca
me dejó ganar
jamás
me dejó pasar uno

solo una vez
que encontré 15 logos del calamar pintados
alrededor de la bandera argentina del teatro
ahí yo gané
y él no quiso jugar más

por eso cuando vi
“cuadernos de lengua y literatura” en la marasso
editorial “el calamar”
te juro
grité
y nadie me entendía el corazón
se me saltó un pálpito y ahora

emilia me prestó un libro de marina
y melisa
me regaló un libro de lucía

y el calamar
entró a la casa
solucionando
el último enigma de mi infancia
reconstruyendo
el boliche editorial

y esos pinos que se mueven
con el viento llegaron
para recordarme
que ya no puedo jugar más.