mamá nos crió realmente estúpidas

me pregunto cuánto tiempo lleva enamorarse de alguien
creo que a vos te quise en cuatro días
no paniquees
no te pienso escribir más

es raro que estas cosas nos sigan pasando
me acuerdo de mi hermana sentada en el inodoro
llorando desencajada
vomitando el teléfono gritando
mamá penalizando el escándalo
y ella
ES QUE VOS NO ENTENDÉS
YO DE ÉL
ESTABA ENAMORADA
y madre
diciendo
“pero maira
solo las pelotudas se enamoran”

esta quizá
es la única cosa que nunca aprendimos
siempre fuimos y seremos pelotudas

es que mamá se tomó la molestia de criarme tonta
no sé prender el horno de ninguna casa ajena
a veces ni siquiera puedo prender una hornalla en casa ajena
poner el mate es una misión extenuante
imposible terrible agobiante
sin azúcar por favor gracias

teníamos un ritual en el que ella me cambiaba los aros
cuando caí con una joyería berreta desteñida
y dije yo me la pongo
mamá enloqueció - yo tenía
una capa de mugre en la rosquita de la oreja
por no cambiarlos nunca
y dije “bueno, hasta acá”

tardé como veinte años en tomarme un colectivo en Bahía Blanca
papá que usaba la terapia de shock me había metido
en el subte en hora pico
y tenía más cancha en capital que en mi ciudad
si una amiga estaba lejos
simplemente no iba a su casa
pero de berazategui a retiro llegábamos re piola con el roca
y la línea c

aprendí de mamá la receta de la torta marmolada
infalible amiguera
y también una obsesión terrible con la limpieza mientras se cocina
aprendí que yo nunca
soy
suficiente
que mi alma está sucia
y me tengo que pasar virulana
por la piel a ver si la carne
se me lava

no aprendí una sola mala palabra
maira me dijo por primera vez “no seas pajera”
y mamá le gritó
y yo me imagine hacedora de ángeles picosos en campos de trigo
me hice la paja recién a los 16 años
porque aprendí que había que tener vergüenza
del propio cuerpo

todavía tengo vergüenza de mi propio cuerpo

de mamá aprendí el misticismo
y que descendemos de una línea de brujas
y que probablemente cuando mandaron a la nona sola en un barquito a Argentina
juró que iba a odiarnos a todas

aprendí todo menos
a no ser pelotuda
por suerte no aprendimos eso
por cada maira que llora sentada en el inodoro
con el teléfono inalámbrico en la mano
una valeria
se enamora
en cuatro días