me gusta lo que el yoga le hace a mi cuerpo


a este cuerpo
históricamente torpe
chocándose las paredes,
que no acierta al agujero de la puerta

que se agita
subiendo la escalera
que debe haber acumulado
solo 20 cuadras corridas
en más de veinte años de vida

este cuerpo
grande, demasiado
grande, demasiado
alta, demasiado
ancha, demasiado

un cuerpo que no puede entrar
en los pequeños lugares,
que achico instantáneamente
cuando un hombre me gusta

porque te dicen, desde temprano
que a ningún hombre le gusta una chica que sea
más en algo que él
entonces aprendés a meter
los hombros hacia adentro
y a pisar el suelo apenas
con las puntitas

y subís la voz unos tonos más aguda
bajás el volumen, tímida
entonces las oraciones de los otros
se enredan entre las tuyas y se comen
tu voz. y cuando hablás como ellos
 y no dejás que trencen sus palabras
por encima te vuelven a enseñar
cómo se supone que tenés hablar

dejando que toda la habitación sea para ellos

entonces tenés que pedir perdón
por ocupar demasiado espacio
y el cuerpo que se ensancha y se impone
es visto en todos lados porque además
te gusta ponerte ropa de los colores más vivos
y echarte brillantina en el pelo

hay quien te mira
y te dice “me encanta
como sos”, pero de nuevo
arqueas hacia adentro los hombros
porque recordás que deberías
justificar tu existencia
recordás que lo bello en verdad
es delicado y vos
sos demasiado fuerte

con todo esto me encanta
lo que el yoga le hace a mi cuerpo,
porque durante mucho tiempo me pensé
incapaz de moverme demasiado
como la ballena franca austral entre frascos
de animales disecados

me gusta
sentir como tiembla
mi abdomen con la fuerza
me gusta llegar con la frente
a las rodillas. tomar las puntas de mi pies
y descansar sobre mis piernas

me gusta tomar conciencia
de dónde está cada una de sus partes
y recordarme sobre recorrer la columna

sobre todo me gusta notar que puedo
hacer todas las cosas, llegar
a todos los lugares

tocar todos los intersticios
soplar amor en cada agujerito
la sensación del cansancio
después del deporte,
lo que pasa cuando lo que duele
se relaja

me gusta mucho
no tener que irme atrás del todo
me gusta mucho
dejar de desear ser chiquita
realmente, me gusta mucho
que me permitan
ocupar todo ese espacio.

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