el movimiento reversible de las olas que se llevan todo para adentro

yo tenía algo de cinco,
ella quizá diecisiete,
y creo que ese era el momento
de mi vida en el que más la amaba

un gran cuerpo de arena
húmeda se formó cerca de la orilla.
con mi hermana nadamos un poco
y subimos a la isla

caminamos por un rato largo
nos estábamos riendo,
estábamos jugando, hasta que
yo hundí un pie en el límite

la isla se deshizo
casi por completo
y yo caí al mar que ya no era
la orilla y tenía algo de
cuatro metros de profundidad

mi hermana saltó e intentó
sacarme ella sola del agua
la vieras, es tan flaquita
yo no sabía nada, yo
solo tragaba agua y apretaba
su cuello con mis brazos
hundiéndola conmigo

nos sacó alguien que hacía
surf por la zona. el bañero
no se inmutó, mamá
y papá en un principio se rieron
cuando nos vieron tan mojadas

mi estómago lleno de sal se hinchó
muchísimo, por primera vez tendría recuerdo
de lo que es tener dolor dentro del cuerpo
no olvidaría nunca
el dolor dentro del cuerpo

entonces yo siempre miro el mar ¿no?
como ese domingo en la isla. el mar
se comía la arena, el mar
me había venido a buscar de nuevo

porque cada vez que siento
que no puedo entrar en ningún lado
cada vez que reaparece el dolor
en el centro del cuerpo, mi cuerpo
se llama a volver al único
que lo deseó tanto
como para tragarlo por completo

Comentarios

Entradas populares